Rosa Jalja es parte de la Red de Mujeres Unidas en la Defensa del Agua, autoridad central de la organización Bartolina Sisa en la provincia Manco Kapac y comunicadora de radio Copacabana. Ella, se ha entregado por completo a proteger las aguas del lago Menor del Titicaca. 

Junto con otras voluntarias, lidera campañas informativas y encuentros a nivel nacional e internacional para combatir la contaminación en esta emblemática región. Su compromiso va más allá: lidera el monitoreo comunitario de la calidad del agua del lago Menor y ha aprendido a utilizar drones para este propósito, coordinando campañas de limpieza. Rosa señala que “Las mujeres voluntarias en defensa del agua tenemos un rol importante en el cuidado de la Madre Tierra”. 

Desde 2016, ella ha sido parte de este grupo, formado por la institución Agua Sustentable, con el objetivo de proteger y defender las aguas del Titicaca. Su compromiso surge de la preocupación por el cambio climático y sus impactos en la agricultura local, especialmente en la producción de alimentos básicos. 

 

ONU
© Cortesía de Rosa Jalja

Su meta: cuidar el lago Titicaca y su entorno, un lugar sagrado que sigue siendo afectado por la contaminación. En el marco de su labor, Rosa participa activamente en campañas y encuentros con mujeres del lago mayor de Perú y del lago menor de Bolivia. Ha aprendido a manejar herramientas para el monitoreo y la medición de la contaminación, en cuanto a la presencia de metal y basura. La concientización de la población es una parte fundamental de su trabajo, difundiendo actividades y mensajes a través de la radio Copacabana para sensibilizar sobre la importancia de proteger el lago. Su trabajo no se detiene en la medición del grado de contaminación del agua. 

Rosa y su equipo coordinan con autoridades locales y otros grupos comunitarios para realizar campañas de limpieza, conscientes de que el agua contaminada afecta la salud de sus familias y el entorno natural. Han logrado concientizar y fortalecer a más de 30 mujeres, quienes se reúnen cada semana para acullicar coca y limpiar las orillas del lago. Su enfoque es claro: cuidar el lago Titicaca no como un objeto, sino como un sujeto vivo al que no hay que hacerle daño. 

ONU
© Cortesía de Rosa Jalja