Cuando hablamos de cadenas de valor bajo un enfoque de trabajo decente y seguridad alimentaria, lo primero que se nos viene a la mente es la dedicación de cientos de mujeres que, desde los diversos pisos ecológicos de Bolivia, son el eje de la alimentación en el país. 

Claro referente son las 4 Fantásticas Andinas: Trigidia Jiménez, María Eugenia Galarreta, Beatriz Mayorga y Yanet Torrez, mujeres bolivianas que se han convertido en pilares fundamentales de la producción de granos andinos. Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el 85,7% de las mujeres del área rural están vinculadas a labores de agricultura y pecuaria. 

Por su parte, datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señalan que de un total de 23.411 empresas ubicadas en el departamento de La Paz, 140 están relacionadas con la producción, comercialización y exportación de granos andinos, en especial la quinua. 

El fortalecimiento de estas cadenas valor ha permitido a las MYPIMES desempeñar un papel articulador y de transición muy importante para la adopción de nuevas tecnologías y el acceso a mercados internacionales. 

Es así que, Trigidia - Fantástica de la Cañahua; María Eugenia, Fantástica del Tarwi; Yanet - Fantástica del Amaranto y Beatriz - Fantástica de la Quinua unen esfuerzos para preservar conocimientos y sabores ancestrales con el potencial de mejorar la nutrición de las familias bolivianas. 

En el mini documental “Las Fantásticas Andinas: Guardianas del patrimonio alimentario boliviano”, ellas comparten reflexiones sobre la importancia de fortalecer las cadenas de valor de granos andinos, a través de enfoques integrados que fomenten el empoderamiento de las mujeres y una alimentación saludable que pase a través de saberes y sabores ancestrales, y permitan el acceso a un trabajo decente y a una vida digna, así como la apertura de nuevos mercados para la difusión y comercialización de los granos andinos de Bolivia. 

Material audiovisual

ONU
En este minidocumental, las Fantásticas Andinas comparten reflexiones sobre la importancia de fortalecer las cadenas de valor de granos andinos, a través de enfoques integrados que fomenten el empoderamiento de las mujeres y una alimentación saludable que pase a través de “saberes y sabores” ancestrales, y permitan el acceso a un trabajo decente y a una vida digna, así como la apertura de nuevos mercados para la difusión y comercialización de los granos andinos de Bolivia.