Bolivia enfrentará una serie de desafíos en el 2024 en áreas clave de desarrollo como la economía, la política y el medio ambiente. En este marco, ONU Bolivia reafirma su compromiso en el acompañamiento a los esfuerzos del país, identificados en el Marco de Complementariedad de las Naciones Unidas para el Vivir Bien 2023-2027, para seguir avanzando en la consolidación del desarrollo sostenible. 

Las acciones planificadas, para el 2024, se orientarán a prestar asistencia técnica en materia de promoción de la gobernabilidad, apoyando a la generación de espacios de diálogo y acuerdos para lidiar con los niveles de polarización, la fragmentación política y las dificultades en materia decisional orientada a la implementación de política públicas para el desarrollo. Ello incluye el trabajo colaborativo con instituciones clave para la vida democrática del país, tales como el Tribunal Supremo Electoral, la Asamblea Legislativa Plurinacional, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Planificación del Desarrollo, el Ministerio Público, la Defensoría el Pueblo, gobiernos departamentales, municipales y comunidades indígena originario campesinas, entre otras. La dimensión social es un tema de importancia central en las prioridades definidas por el Estado. 

Después de la pandemia por COVID-19, la población boliviana atraviesa una compleja recuperación en el restablecimiento de servicios sociales de calidad. En tal sentido, el trabajo de ONU Bolivia se centrará en apoyar la mejora en el acceso y calidad de los servicios de salud y educación, al fortalecimiento de toda la cadena de atención a la violencia de género, así como el apoyo a los grupos en situación de vulnerabilidad y movilidad humana. 

Desde la mirada del desarrollo económico, se dará apoyo en el seguimiento a la estabilidad económica, el crecimiento y la consolidación de espacios de incidencia sobre la innovación para el financiamiento sostenible, como medios para el impulso a un desarrollo sostenible y la mejora en la calidad de vida de la población. Respecto a los desafíos ambientales y cambio climático, Bolivia tiene la impostergable misión de bajar del podio de los países más deforestados del mundo. La expansión de la frontera agrícola y la ganadería son las principales causas de la pérdida de bosques. Es urgente frenar esta tendencia, fortalecer la actividad productiva sostenible y apoyar la gestión de áreas naturales protegidas. 

Ello incluye buscar alternativas para los sectores de la minería y la explotación forestal que afecta la vida, en particular, la de los pueblos indígenas. Ante los impactos adversos del cambio climático, ONU Bolivia coadyuvará en las tareas de respuesta humanitaria que puedan presentarse a lo largo de este nuevo año. ONU Bolivia ratifica su convicción de trabajo y apoyo para acompañar la gestión de estos desafíos y dar continuidad a las acciones que ya se encuentran en curso.

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