Respuesta humanitaria ante emergencias, sin dejar a nadie atrás
En 2024, con el respaldo de ONU Bolivia, 161.218 personas recibieron asistencia humanitaria para mejorar su acceso a servicios e insumos esenciales ante emergencias causadas por inundaciones, sequías e incendios forestales.

Respuesta humanitaria ante emergencias, sin dejar a nadie atrás
Frente a los incendios más devastadores en la historia del país, ONU Bolivia brindó apoyo directo a 44.113 personas en 23 municipios afectados. Tras una evaluación rápida y coordinada de necesidades, la respuesta se focalizó en poblaciones en situación de vulnerabilidad, incluyendo pueblos indígenas, mujeres, niñas, niños y adolescentes, personas con discapacidad y otros grupos.
Se distribuyeron insumos esenciales como:
- filtros y pastillas potabilizadoras
- tanques de agua
- kits escolares
- alimentos
- insumos agrícolas
- menaje
- colchonetas
- medicamentos
- equipos de protección para brigadas de salud
- artículos de higiene personal y familiar
Para fortalecer la autonomía de las comunidades afectadas, 5.301 familias (26.505 personas) se beneficiaron a través del sistema de transferencias en efectivo (CBT, Transferencias Basadas en Efectivo, por sus siglas en inglés), priorizando hogares liderados por mujeres indígenas. Con un aporte de 160 dólares por familia, esta asistencia permitió a mujeres jefas de hogar, adultas mayores, cuidadoras y mujeres con discapacidad mejorar su capacidad de decisión en la reconstrucción de sus comunidades.
Esta medida también promovió el liderazgo femenino en la gestión de desastres, la conservación ambiental y la planificación de una recuperación sostenible, contribuyendo a la institucionalización de estrategias con perspectiva de género en la respuesta humanitaria.
Por su parte, en la Amazonía, ONU Bolivia facilitó el restablecimiento del acceso a agua potable para 95.655 personas y la rehabilitación de servicios para 4.000 familias afectadas por las inundaciones.
Se brindó asistencia psicoemocional a niñas, niños y familias a través del centro de atención telefónica “Familia Segura”, además de garantizar la prevención de la violencia en albergues mediante apoyo psicosocial y atención en salud mental.