Se inició una nueva era en la vacunación de los pueblos indígenas amazónicos, garantizando la cadena de frío mediante energía solar en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Iván Gutiérrez es el médico del Centro de Salud San Lorenzo, un actor clave en el cuidado de las vacunas

Los refrigeradores a panel solar han cambiado totalmente la forma de preservación de las vacunas para las poblaciones indígenas”, explica. Gracias al apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Gobierno de Canadá, la comunidad de Puerto San Lorenzo, ubicada al sur del TIPNIS, ahora dispone de un refrigerador solar para almacenar las vacunas del Esquema Nacional de Inmunización y contra el COVID-19. Este apoyo, facilitado por CanVAX, ha permitido transportar estos refrigeradores a comunidades remotas sin acceso a electricidad.

“Antes, el Centro de Salud de Puerto San Lorenzo dependía de gas licuado para mantener la temperatura adecuada de las vacunas, lo que resultaba costoso y limitado”, comenta Iván. Para estabilizar la cadena de frío y asegurar la conservación de las vacunas, ONU Bolivia entregó 10 refrigeradores solares al Ministerio de Salud y Deportes, los cuales se distribuyeron en diversas comunidades indígenas del país.

UNICEF Bolivia
© UNICEF Bolivia

La logística y transporte fueron posibles gracias a CanVAX. El viaje de los equipos comenzó en octubre de 2023, en Copenhague, y culminó en marzo de 2024 en Puerto San Lorenzo. Allí, jóvenes indígenas lideraron el último tramo. Gracias a esta cadena de frío solar, la comunidad ya no necesita gas, lo que ha mejorado la inmunización en la región. Puerto San Lorenzo, que carece de servicios básicos y tiene acceso limitado, ha dado un paso importante hacia un futuro más saludable para sus habitantes.