La vida de María del Carmen Chavez dio un giro significativo desde que le dignosticaron como persona que vive con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). 

Al principio, enfrentaba su situación con desesperación, pero el apoyo de otros pares le dio fortaleza para seguir adelante hasta convertirse en Persona Experta Paciente (PEP), para ofrecer esperanza a otras personas en su misma condición. 

Hoy, a sus 35 años, es una educadora de la Asociación Un nuevo Camino (ASUNCAMI), una organización de base comunitaria, conformada por personas que viven con VIH, y que trabaja con ONU Bolivia. Ella es, además, la primera educadora suplente a nivel nacional de la Comunidad de Mujeres con VIH. Se percibe a sí misma con mayor responsabilidad y empatía. 

Reconoce la importancia de su vida y destaca que un pequeño gesto puede marcar la diferencia para otras personas. Su participación en grupos de ayuda la llevó a postularse como PEP, una decisión que cambió su vida. 

El reconocimiento de la sociedad civil y la gratitud de aquellos a quienes ayudó son sus mayores logros. María del Carmen ve su vida desde una perspectiva más amplia, agradecida por seguir viva. 

Agradece el respaldo del Fondo Mundial y enfatiza en la importancia de la responsabilidad de que la sociedad civil se apropie de las estrategias de apoyo y prevención.