Se acompañaron los esfuerzos del Estado para que niñas, niños, adolescentes, jóvenes, adultas y adultos ejerzan su derecho a la educación de diversas maneras. 

El Observatorio Plurinacional de la Calidad Educativa (OPCE) fortaleció su capacidad de medir y evaluar la implementación de los contenidos de Educación Integral en Sexualidad, que son parte del currículo base del Sistema Educativo Plurinacional. 

Con el apoyo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), se desarrolló un módulo de conocimientos y actitudes sobre sexualidad, género, prevención de la violencia y salud sexual y reproductiva que fue aplicado en una prueba piloto a miles de estudiantes de primaria y secundaria provenientes de distintas unidades educativas urbanas y rurales, de los nueve departamentos. El informe correspondiente estará finalizado para el primer semestre de 2024 y contará con un análisis sobre factores asociados de contexto en la comunidad educativa. 

Con el apoyo técnico y financiero de ONU Bolivia, se llevó a cabo la primera medición de la calidad educativa, después de 13 años. Esta evaluación se centró en pruebas de aprendizaje en matemáticas, lectura y escritura, en el nivel primario, y contó con el respaldo técnico del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE). Además, el OPCE ha sido incorporado en los espacios regionales de preparación y diseño del próximo Estudio Evaluativo y Comparativo Regional (ERCE-2025).

A nivel local, se han respaldado iniciativas de diagnóstico de aprendizajes y análisis de indicadores de acceso a la educación, que involucraron a autoridades educativas y docentes de distintos distritos educativos para la formulación de planes de mejora educativa. 

Estas iniciativas representan un hito en la evaluación de la calidad educativa en Bolivia y también proporcionan importantes insumos para la formulación de políticas educativas basadas en evidencia y para el Congreso Educativo Nacional programado para el 2024. 

Se colaboró con el Ministerio de Educación en la revisión y actualización del currículo educativo, centrándose en la ampliación de los contenidos de los planes y programas relacionados con la educación integral en sexualidad. Se implementaron programas de prevención de la violencia en decenas de escuelas. Se incluyeron temáticas como la convivencia pacífica, los valores, los factores de protección, el autocuidado, el género y las habilidades sociales, mediante el uso de material educativo interactivo con contenido curricular. Estas intervenciones se replicaron en otras escuelas y permitieron aplicar mecanismos de referencia de situaciones de violencia hacia el sistema de protección local. Además, se desarrolló una herramienta de recojo de información sobre el embarazo adolescente en el Sistema Educativo Plurinacional. 

ONU Bolivia se unió al Gobierno nacional para promover la inclusión de niñas y adolescentes en el ámbito tecnológico, impactando en la reducción de la brecha digital de género. Se elaboraron guías de habilidades digitales para docentes en formación y se apoyó la 12a. Olimpiada Científica Estudiantil Plurinacional Boliviana y la IX versión de EducaInnova, impulsando el intercambio de buenas prácticas en pedagogía digital. En colaboración con la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de la Información y Comunicación (AGETIC), se desarrolló el curso de robótica en lengua de señas y la primera versión del curso de aplicaciones móviles para niñas y adolescentes. Con la Universidad Franz Tamayo, diversas unidades educativas de las principales ciudades capitales fortalecieron sus capacidades en prácticas educativas innovadoras, a través de bootcamps, conformando una comunidad educativa que cuenta con la colaboración de expertos internacionales, por medio de la Red de Innovación en Educación para Latinoamérica.