El ciclo que culmina con este informe se caracterizó por desafíos importantes que afectaron tanto el sistema como la comunidad educativa. El cierre de unidades educativas expuso brechas digitales sospechadas, pero no evidentes. En respuesta, el SNU se enfocó en contextualizar protocolos de bioseguridad para la reapertura de escuelas de manera segura, garantizando así el derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes sin acceso a modalidades alternativas para que puedan regresar a la presencialidad.
Se implementaron modalidades de adaptación y transferencia de contenidos por vías virtuales, llegando a docentes, estudiantes, padres, madres y otros miembros de la comunidad educativa. Estos esfuerzos conjuntos han dejado una capacidad instalada en el sistema educativo, lo que lo hace más resiliente y mejor preparado para enfrentar interrupciones y garantizar la continuidad.
El SNU y sus socios han acompañado la creación de la Unidad de Género en el Ministerio de Educación, lo que ha aumentado la visibilidad e importancia de temas clave como la prevención de la violencia en las escuelas y la educación integral en sexualidad. Además, se han producido otros cambios importantes en la estructura gubernamental como la reubicación del Observatorio Plurinacional de la Calidad Educativa (OPCE) y el Viceministerio de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación bajo dependencia del Ministerio de Planificación del Desarrollo.
En respuesta a la crisis mundial de la educación, la ONU convocó a la Cumbre sobre la Transformación de la Educación 2022. El SNU en Bolivia apoyó la participación del Estado boliviano en la Precumbre y Cumbre sobre la Transformación de la Educación, con el liderazgo de los ministerios de Relaciones Exteriores y de Educación. El SNU acompañó el proceso de diálogos y consultas nacionales para la construcción de la Posición País para la Cumbre.
Participación en la Cumbre de Educación
En los diálogos hacia la Cumbre, participaron más de 2.500 personas, incluyendo representantes de pueblos indígenas, jóvenes, adolescentes, docentes de diferentes subsistemas educativos, representantes de la administración pública, de la Academia y especialistas en educación. La consulta online de U-Report reveló que el 36% de adolescentes y jóvenes consideraron prioritario garantizar entornos educativos seguros, incluyendo alimentación adecuada, salud, seguridad ciudadana y que las poblaciones en situación de vulnerabilidad puedan culminar sus ciclos educativos.
Estos espacios abordaron temas críticos, como la violencia en las escuelas, la educación sexual integral y el desarrollo de habilidades digitales necesarias.
Educación en cifras
¿Qué hizo el súper profe Jorge para luchar contra la depresión de sus estudiantes durante la pandemia?
