El año 2023 marcará el inicio del nuevo ciclo programático del Sistema de las Naciones Unidas (SNU) en Bolivia. Con la firma del nuevo Marco de Complementariedad para el Vivir Bien 2023-2027, en diciembre de 2022, se formalizaron las actividades conjuntas de promoción del desarrollo entre el Gobierno y la ONU para los siguientes cinco años.

El nuevo Marco se construyó con una visión prospectiva, considerando los principales desafíos y retos que enfrenta el país a mediano plazo, en las dimensiones sociales, económicas, ambientales, de gobernanza y cohesión social.

El nuevo Marco de Complementariedad se implementará en un contexto de desafíos significativos para el país. Un menor dinamismo económico se verá acompañado por grandes retos en cuanto a la gestión del espacio fiscal del Estado, lo que implica la necesidad de priorizar la agenda de política pública ante las limitaciones de financiamiento.

Además, los balances externos también serán importantes debido al debilitamiento de los términos de intercambio, la capacidad del Gobierno para capturar las rentas asociadas a la exportación y el contexto internacional en el que se espera un aumento sostenido de las tasas de interés y el correspondiente aumento en el costo del servicio de la deuda.

Así también se espera una disminución de los precios de exportación debido a la menor dinámica económica global y los conflictos geopolíticos entre las principales economías del mundo.

En 2023, la agenda institucional presenta una cronología compleja en el ámbito político, que incluirá la elección de altas autoridades judiciales, proceso en el cual los acuerdos y negociaciones en la Asamblea Legislativa Plurinacional serán de vital importancia.

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Asimismo, el proceso censal del 2024 también será clave y requerirá de la coordinación permanente con las contrapartes nacionales y socios estratégicos.

Adolescentes y jóvenes tienen un papel fundamental en la sociedad. Existen 2,6 millones de jóvenes en Bolivia con necesidades y prioridades específicas, cuyas voces son imprescindibles para construir un futuro justo e igualitario.

Daniel Monasterios es líder de la Alianza Juvenil “Uniendo Voces”, en Guayaramerín, ciudad beniana ubicada en la Amazonía boliviana. Es estudiante de Letras, a sus 20 años es voluntario y ha trabajado arduamente en la defensa de las juventudes migrantes. Su liderazgo le ha permitido ser parte de diversos procesos para poner en agenda las necesidades de las y los jóvenes de su región.

Junto a sus compañeras y compañeros, Daniel participó del proceso de consulta para la validación del Diagnóstico Común de País, para el Marco de Complementariedad 2023-2027. Así como él, muchos jóvenes de todo el país compartieron su percepción sobre este proceso mediante U-Report, una herramienta digital e innovadora de UNICEF diseñada para conocer la opinión de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en temas de su interés, para fortalecer una participación ciudadana activa y diversa.

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© ONU Bolivia

Además, otros procesos de consulta que se han llevado a cabo en diferentes puntos del país permitieron develar que las necesidades más identificadas por las juventudes bolivianas son la educación, un acceso efectivo a la información y a la tecnología, la salud y el trabajo digno. Con relación a sus derechos, se buscan que estas sean priorizadas en el Marco de Complementariedad. “Tenemos culturas diferentes, formas de vivir distintas, pero nuestras necesidades son las mismas”, afirma Daniel. Las respuestas y propuestas de jóvenes, sobre todo de aquellos en situación de mayor vulnerabilidad, han ayudado a visibilizar sus expectativas frente a los desafíos y a proponer acciones concretas para el beneficio de la sociedad. Esto ha permitido superar un enfoque adultocentrista y enfocarse en las diversas poblaciones del país para garantizar el pleno ejercicio de sus derechos.

¿El resultado? El Marco de Complementariedad 2023-2027 tomó en cuenta las principales oportunidades y retos para el desarrollo de Bolivia, poniendo especial énfasis en niñas, niños, adolescentes y jóvenes, sobre todo aquellos en situación de especial vulnerabilidad.

La participación activa de los jóvenes, como Daniel, además, garantiza una presencia efectiva durante los próximos procesos para exigir sus derechos. “Los jóvenes somos y seremos los constructores de esta sociedad y nuestras voces permitirán beneficiar a todos y todas por igual”, concluye Daniel, quien luego de contar su experiencia en este proceso se siente motivado a continuar con su propia lucha en favor de las y los jóvenes bolivianos.

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