Desde su silla de ruedas y con formación en psicología y marketing, Rosa María Quispe Apaza participó en el Censo de Población y Vivienda 2024 como voluntaria suplente de jefatura zonal, demostrando que la inclusión es posible cuando hay acceso a oportunidades.

A pesar de los obstáculos, ella ha desarrollado múltiples capacidades. Cursa un diplomado de psicología en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, en Santa Cruz, y estudia marketing para ampliar sus posibilidades laborales.

Recuerda que siempre se quedaba mirando las capacitaciones de las y los voluntarios. “Anhelaba ser parte del censo, y ahora con 27 años finalmente me inscribí virtualmente y participé de las capacitaciones”, afirma.

En el Censo, Rosa María estuvo encargada de recibir y revisar los materiales de las y los censistas. Como ella, más de 557 mil personas trabajaron arduamente llegando a millones de hogares, en la jornada de empadronamiento.

ONU Bolivia forma parte de la Comisión Internacional de Alto Nivel que acompañó el proceso censal en todas sus etapas y fue la instancia que también reconoció la valiosa contribución de las personas voluntarias que posibilitaron el empadronamiento, como Rosa María.

“Si hubiera un poco más de transporte a futuro para personas con discapacidad, sería maravilloso”, comenta. Contar con datos actualizados, fruto del proceso censal, puede contribuir al futuro que Rosa María añora.