HECTÁREAS DE ÁREAS PRODUCTIVAS intervenidas con prácticas sostenibles y resilientes en el Chaco y la Amazonía.
FAMILIAS participaron en 75 proyectos resilientes para infraestructura productiva, acceso a agua y reducción de vulnerabilidad climática en zonas rurales.
PERSONAS participaron en ferias, talleres y campañas de educación ambiental y cambio climático en municipios del Altiplano y la Amazonía.
MUJERES EN 30 COMUNIDADES de áreas protegidas adoptaron sistemas de producción sostenibles a nivel familiar y comunal, contribuyendo a su autonomía económica.
JÓVENES INDÍGENAS DE LA CHIQUITANÍA diseñaron propuestas de acceso a financiamiento para planes de negocio articuladas con instituciones microfinancieras.
Enfoque colaborativo para la gestión de riesgos

ONU Bolivia ha desplegado una intervención integral y transformadora para fortalecer la capacidad de prevención y respuesta ante desastres naturales, consolidando un modelo innovador de gestión de riesgos en territorios críticos del país. A través de un enfoque colaborativo con gobiernos locales, comunidades indígenas y autoridades nacionales, se impulsaron estrategias que refuerzan la resiliencia de las comunidades más vulnerables.
En regiones como el Chaco, la Chiquitanía y el Pantanal —históricamente expuestas a múltiples amenazas climáticas— las acciones de Naciones Unidas han logrado resultados significativos. En 11 municipios y dos autonomías indígenas se fortalecieron capacidades locales, generando un modelo de gestión territorial que combina el conocimiento técnico especializado con los saberes tradicionales.
Se desarrollaron 20 planes municipales de contingencia y monitoreo de sequías; se implementaron sistemas de alerta temprana en ocho municipios de La Paz, Beni y Pando; se formaron 309 líderes locales, entre ellos 12 brigadas comunitarias de bomberos forestales; y se elaboraron estudios de impacto en seguridad alimentaria en cuatro macroregiones, basados en sistemas de alerta del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI).
Estas estrategias reflejan el compromiso de las Naciones Unidas con el desarrollo sostenible, fortaleciendo las capacidades estructurales del país para enfrentar los desafíos del cambio climático y empoderar a las comunidades bolivianas en la gestión integral de riesgos.
Innovación y empoderamiento comunitario en la gestión de recursos naturales

Se ha desplegado una intervención pionera que redefine la gestión de los recursos naturales en Bolivia, combinando innovación, sostenibilidad y empoderamiento comunitario. A través de diversos proyectos estratégicos, ONU Bolivia ha fortalecido los sistemas de gobernanza en territorios clave, generando un modelo de desarrollo que protege los ecosistemas y mejora la calidad de vida de las comunidades. Este enfoque integral no solo promueve el respeto por la naturaleza, sino que también construye capacidades locales para enfrentar los desafíos globales del cambio climático.
Las intervenciones abordaron dimensiones críticas como el fortalecimiento de plataformas interinstitucionales en las cuencas estratégicas del río Guadalquivir y el río Rocha, y el respaldo a la gobernanza territorial de los pueblos indígenas Guaraní, Chiquitano, Yaminahua-Machineri y Tacana. También se impulsaron mecanismos de conservación en la Amazonía y proyectos de resiliencia climática en zonas vulnerables como Oruro.
Una de las acciones más emblemáticas ha transformado la vida de las comunidades afectadas por la sequía en el Lago Poopó, mediante el Proyecto de Resiliencia Integrada con la Nación Originaria Uru. Esta iniciativa propone soluciones innovadoras como carpas solares, criaderos comunitarios y sistemas de energía solar, generando alternativas productivas que fortalecen la resiliencia ante el cambio climático.
El acompañamiento técnico y estratégico en la elaboración de los Planes Territoriales de Desarrollo Integral (PTDI) en municipios del Beni como Loreto, Huacaraje y Puerto Siles representa otro hito significativo. Estos planes integran enfoques de territorialidad indígena, gestión de riesgos y adaptación climática, reafirmando el compromiso de Naciones Unidas con un desarrollo verdaderamente inclusivo y sostenible.
Sistemas de información para cuidar el agua y los bosques
Se ha impulsado una transformación institucional decisiva para posicionar al país como un actor estratégico en la gestión del cambio climático. Mediante el desarrollo de sistemas de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV), se está construyendo las bases fundamentales para acceder a financiamiento internacional y escalar programas de resiliencia y adaptación.
Se desplegó una estrategia integral que comprende el desarrollo de un sistema MRV para bosques, que se nutre de información proporcionada por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra (APMT) y el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), en vinculación con la plataforma de Información del Sistema de Planificación Integral del Estado (INFO-SPIE), y es operado por la Dirección de Gestión y Desarrollo Forestal.
La consolidación de la plataforma INFO-SPIE, administrada por el Viceministerio de Planificación y Coordinación del Ministerio de Planificación del Desarrollo, también logró la articulación con otros sistemas sectoriales del Estado, incluyendo SENAMHI, el Sistema de Análisis Integrado del Contexto de la Seguridad Alimentaria a nivel Comunitario (ICCOM/MDRyT), Observatorio Agroambiental y Productivo (OAP) e Instituto del Seguro Agrario (INSA).
El sistema MRV para recursos hídricos constituye otro hito importante, con capacidad de interoperar con sistemas estatales de planificación y cuantificar cobeneficios ambientales, permitiendo establecer índices de resiliencia hídrica que transforman la comprensión y gestión de los recursos naturales.
En paralelo, el Sistema Nacional de Salvaguardas Sociales y Ambientales representa un avance fundamental, con un plan de acción que garantiza criterios de sostenibilidad en los procesos de gestión ambiental. Este mecanismo se complementa con una innovadora propuesta de distribución de beneficios climáticos, desarrollada con el apoyo de Conservation Strategy Fund.
Estas iniciativas representan un salto cualitativo en la capacidad institucional de Bolivia para enfrentar los desafíos del cambio climático, generando las condiciones necesarias para acceder a mecanismos internacionales de financiamiento y posicionando al país en la vanguardia de la acción climática.
Promoviendo el financiamiento verde

Se ha aportado al desarrollo del primer marco de referencia y actualización normativa para el Banco de Desarrollo Productivo, estableciendo condiciones habilitantes para la estructuración de un programa que prevé la emisión de tres bonos temáticos. En diciembre de 2023, se emitió el primer bono verde en Bolivia por un total de 15 millones de dólares, movilizados a través de inversores públicos y privados en el mercado de capitales. Estos fondos están dirigidos al financiamiento de tecnologías bajas en emisiones para mejorar la eficiencia energética, beneficiando a micro, pequeñas y medianas empresas.
En el marco del Proyecto RECEM Valles, se están fortaleciendo los fondos de agua en el Valle Central de Tarija, los Valles Cruceños en Santa Cruz y en el departamento de Cochabamba, promoviendo mecanismos financieros sostenibles para la gestión hídrica.
Además, se ha iniciado el diseño de un microseguro indexado y otro orientado a la gestión integral de riesgos agropecuarios y forestales, brindando protección financiera a productores ante eventos climáticos adversos.