Ella, una mujer indígena quechua nacida en Collpana (Chuquisaca), ha demostrado su capacidad de liderazgo desde temprana edad y ha ocupado distintos niveles de representación sindical, desde que tenía 16 años, hasta liderar la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia “Bartolina Sisa”.
A lo largo de su trayectoria, Flora ha enfatizado el papel de las comunidades indígenas y, en especial, de las mujeres. Durante su participación en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU en 2022, en Nueva York, llamó la atención por la vehemencia de su discurso y por llevar a su hija cargada en la espalda. Destacó la importancia de las comunidades indígenas como actores centrales de la institucionalidad del Estado.
Su presencia y voz son un ejemplo del empoderamiento de las mujeres indígenas y campesinas de Bolivia y de su compromiso con las luchas de estas comunidades. En el foro, se formularon recomendaciones sobre la situación de las mujeres indígenas, y la presencia de Flora Aguilar dió cuenta de su compromiso con estas luchas. Su liderazgo es un ejemplo para las mujeres jóvenes indígenas, y demuestra que la lucha por los derechos y la igualdad de género debe ser transversal y respetar las particularidades de las distintas culturas