Este es el testimonio de Mariela Temo, una mujer mojeña trinitaria de 40 años que es coordinadora del Instituto de Lenguas y Culturas Mojeño Trinitario en la comunidad de San Francisco de Mojos.
Ella se describe como una mujer orgullosa de su cultura y su lengua originaria, el mojeño, y tiene la misión de enseñar a las nuevas generaciones a no olvidar su idioma y sus tradiciones. Recuerda a su padre, quien hablaba muy bien el mojeño, pero tuvo que aprender castellano para comunicarse con los demás debido a la expansión de la fiebre amarilla que le obligó a salir de su comunidad.
Él le explicó que los jóvenes no hablaban la lengua originaria porque sus padres no les enseñaron, dejaron sus comunidades y les daba vergüenza hablarla en público. Mariela viaja con su madre a las comunidades para hablar en mojeño y compartir saberes y conocimientos con las nuevas generaciones. Está convencida que cuando una lengua indígena muere, también mueren los saberes, conocimientos, cultura y esencia de esa comunidad, por lo que es importante preservarla.
Cada día se propone con sus compañeras de trabajo, enseñar a sus hijas e hijos que no se olviden algunas palabras, por ejemplo, las distintas formas de saludo en mojeño: “Pejamikpo” (“buenos días”), “Kopere’oopo”, cuando es mediodía, y “Yotyoopo”, cuando llega el ocaso y hay que despedirse